2009: Premios del cine europeo: Mejor fotografía. 3 nominaciones
DIRECTOR: Lars von Trier
REPARTO: Willem Dafoe, Charlotte Gainsbourg
PAIS: Dinamarca
AÑO: 2009
SINOPSIS: Palpitación, sudoración, aceleración del pulso, naúseas. Eso es el pánico.El sofoco que provoca Antichrist bien valen unos instantes sentado en un banco conteniendo la respiración, pausada a poder ser, antes de que se vuelvan a agolpar en la mente como si fueran diapositivas las imágenes que hemos presenciado. Las guiños en algunos aspectos hacia El resplandor del genial Stanley Kubrick no hacen mas que alimentar la tensión para alcanzar el clímax. Allá por el año 1980 él fue quien creó un personaje turbio abocado a la enajenación. En este caso, Lars Von Trier se basa en ese sufrimiento interior para crear otra abominación; El Anticristo.
Una pareja (Willem Dafoe y Charlotte Gainsbourg) sumida en el dolor tras la pérdida de su hijo pequeño, se retira a una cabaña perdida en medio del bosque, llamada "Edén", con la esperanza de que el contacto con la naturaleza cure sus corazones rotos y su tambaleante matrimonio.Pero la naturaleza sigue su curso y las cosas empiezan a ir de mal en peor. Anteriormente "Ella" había pasado una temporada en la cabaña con su hijo preparando su tesis doctoral...
“James Bond pondrá a Panamá en el mapa del cine”, se afirmaba entre febrero y marzo de 2008, días en los que el actor británico Daniel Craig y el equipo de rodaje de Quantum of Solace estaban en San Felipe y Colón.
Pero, ¿qué ha pasado con las filmaciones en Panamá después de Bond? Muchos piensan que casi nada, reconoce Daphne Burgos, directora de la Comisión Fílmica de Panamá. Sin embargo, aclara que desde entonces, el flujo de producciones extranjeras es constante.
Tanto así, destaca, que semanalmente recibe varias llamadas de productores interesados en venir y muchos concretan esas intenciones. De hecho, según un registro de la comisión, desde mediados de 2009 a la fecha han pasado por Panamá las cámaras de 15 producciones, entre reality shows, documentales y telenovelas. En promedio, comenta Burgos, son dos y a veces hasta tres rodajes por mes.
Los realizadores son de todos los rincones del mundo, incluyendo trabajos de la BBC, NBC, National Geographic y Caracol. Los casos más recientes son los documentales Vida Salvaje y Fascinating Earth, y los programas House Hunter y El Crucero del Amor (versión alemana), detalla el registro.
Para marzo ya se tiene en agenda las visitas de Amparo Grisales y el resto del elenco de Las Muñecas del Cartel. Más adelante vendrán los reality shows Desafío 2010, Sobrevivencia España y Survivor Italia, además del documental Animal Extremes. “Muchos no se enteran de este movimiento porque no son grandes títulos como James Bond, pero son producciones que demuestran que estamos muy solicitados”, dice Burgos.
Además, este año se tiene la posibilidad de contar con al menos cuatro “megaproducciones” de Hollywood, entre ellas una famosa por ser rápida y furiosa. Panamá ha sido la ruta en común de numerosas producciones audiovisuales extranjeras en los recientes años, asegura Daphne Burgos, directora de la Comisión Fílmica de Panamá.
No pasa un mes sin que se grabe en algún rincón del país. Por ejemplo, es posible que este año venga a filmar el equipo de la quinta parte de Fast and Furious, cuyas primeras partes fueron protagonizadas por Vin Diesel.
De hecho, personal de la película de carros de velocidad ya estuvo en el país evaluando los posibles escenarios, comenta Burgos. Hay otras tres cintas “tentativas”, dos de ellas de los cineastas italianos Enzo Castellari y Franco Nero, que estuvieron hace unas semanas en el país.
La semilla del diablo y También los ángeles lloran son los nombres de estos proyectos audiovisuales. Burgos es optimista. Dice que “es muy probable” que varios de estos productores se decidan a grabar aquí.
Es más, Luis Pacheco, presidente de la Asociación Cinematográfica de Panamá, añade que conoce de otras producciones provenientes de Alemania, España y Estados Unidos que están en proceso o pensando venir a filmar a futuro.
El largometraje El Precio del Paraíso (EU) es una de ellas, la cual está en búsqueda de financiamiento, dice Luis Pacheco. También están todas aquellas producciones que quedan fuera del registro de la Comisión Fílmica de Panamá porque vienen y graban sin previo aviso.
El porcentaje de esos casos que pasan por alto el aviso no es alto, confirma Pacheco, pero se debe procurar que todos se registren por motivos de organización y para que no atraviesen inconvenientes durante su estadía en Panamá. Además, añade Burgos, debe existir un control sobre lo que se viene a grabar.
¿Por qué Panamá?
El que numerosos productores le hayan puesto el ojo a Panamá se debe a su variedad de escenarios y la cercanía entre ellos.
Nero y Castellari afirmaron durante su visita que “cinematográficamente hablando está la ventaja de hospedarse en hoteles, levantarse, cruzar la calle, y estar de inmediato en una locación selvática perfecta”.
Barbara Broccoli, productora de James Bond, en 2008, también alabó Panamá. “Cuando los espectadores vean la bella arquitectura y los hermosos paisajes de Panamá, comprenderán por qué se eligió como un escenario”.
Por ello es que Bocas del Toro, Darién, Kuna Yala y distintos puntos de la ciudad capital son los destinos favoritos de quienes han venido a filmar al istmo, según un registro de la Comisión Fílmica. Burgos lo resume así: “estamos cerca de todo, playas, edificios, selva... En otros países esos movimientos implican tomar vuelos”.
Ahora, agrega Burgos, queda esperar el último requisito: ver si los guiones de las megaproducciones se ajustan a Panamá.
Pondrán en marcha fondo para desarrollar cine local
El Fondo para el Desarrollo Cinematográfico y Audiovisual Nacional , contemplado en la Ley de Cine de Panamá, se pondrá en marcha con un capital semilla. Carla García, de la oficina de cine del Instituto Nacional de Cultura (Inac), comenta que de esta manera ese fondo, del que se reservó decir cuánto era, iniciará este año sus funciones y la meta es que pronto se cuente con los tres millones de dólares que pide la Asociación Cinematográfica de Panamá (Asocine) para desarrollar las producciones locales. Luis Pacheco, presidente de Asocine, califica como “muy positivo” que finalmente el fondo empiece a manejar dinero, aunque sea poco. Recalca que se debe llegar a los tres millones de dólares y así dar empuje a las 25 producciones audiovisuales panameñas registradas en Asocine. “Una industria de cine puede generar muchos empleos y traerá divisas e imagen internacional a la nación. Por eso, es importante que se den los recursos necesarios al fondo”, estima Pacheco.
“El éxito que ha tenido Chance [primera película nacional de proyección internacional] ha demostrado que vale la pena apoyar la cinematografía local”, recalca Carla García. El monto inicial es un aporte entre el Ministerio de Comercio e Industria y el Inac, detalla García, y próximamente se definirá cómo se empleará. Cuándo se cuente con más dinero, también habrá que decidir cómo se distribuirá, añade.
El próximo 1 de marzo finaliza el plazo de inscripción para el 8º Curso de Desarrollo de Proyectos Cinematográficos Iberoamericanos. Organizado por la Fundación Carolina y Casa de América, el curso tiene como objetivo mejorar la calidad de los proyectos audiovisuales de los cineastas iberoamericanos con la finalidad de extraer su mayor potencial para situarlos en un campo más seguro y calificado de realización. Las becas que la Fundación Carolina otorgará para este curso están dirigidas a guionistas, directores y productores de Latinoamérica con experiencia previa en la actividad cinematográfica. Se podrán presentar proyectos de largometrajes de ficción, documental o animación. El curso se realizará entre el 4 de octubre y el 26 de noviembre en Madrid, España. http://gestion.fundacioncarolina.es/candidato/becas/ficha/ficha.asp?Id_Programa=1854 cursodecine@gmail.com
REPARTO: César Bordón, Claudia Cantero, María Onetto, Inés Efrón
PAIS: Argentina
AÑO: 2008
SINOPSIS: Una mujer maneja por la ruta. En una distracción atropella algo. Los días siguientes a este incidente, ella no reconoce los sentimientos que la unen a las cosas y a las personas. Sólo se deja llevar por la vida social. Una noche ella dice a su marido que ha matado a alguien en la ruta. Recorren la ruta pero sólo hay un perro muerto, y amigos allegados a la policía confirman que no hay información de un accidente. Todo vuelve a la calma y el mal momento parece superado, hasta que la noticia de un macabro hallazgo preocupa nuevamente a todos.
Con el estreno de Chance el 15 de enero pasado, el cine panameño empezó la marcha hacia la meta de producir cintas de mejor calidad. Y fue un primer paso firme: la comedia lleva dos semanas dominando la taquilla local y, por ende, a la todopoderosa Avatar. Así, Chance abre la trocha a otras 25 producciones audiovisuales registradas en la Asociación Cinematográfica de Panamá. No obstante, la acogida de Chance en las salas de cine y la lista de proyectos en espera no ocultan la realidad para quienes se dedican al séptimo arte en Panamá: es una labor titánica, casi una hazaña, según describen los cineastas. Los obstáculos van desde la escasez de financiamiento hasta la “débil” Ley de Cine que no ayuda, comenta Luis Palomo, quien actualmente está en la búsqueda de la “elusiva plata”, para concretar su próximo proyecto. Y hablando de dinero, el cineasta José Macías destaca entre los escollos el fondo gubernamental para apoyo al cine local creado hace años por ley y que hasta ahora no cuenta con un centésimo. De hecho, el director de Chance, Abner Benaim, comenta que para realizar su filme nunca vislumbró apoyo más que el que pudiera conseguir por su cuenta. “Fue agotador”, describe. Más allá, piensa la también cineasta Pituka Ortega, quizá lo más difícil es que se entienda la importancia de que un país cree sus propias imágenes. En fin, resume Palomo, cada cineasta tiene que “inventarse” la manera de hacer su película con las uñas. Sin embargo, la pedregosa ruta para hacer cine podría mejorar con el recién creado Consejo Nacional de Cine, lo que podría ser, según los optimistas, la luz al final de un largo túnel. En Panamá hay 25 proyectos cinematográficos registrados en la Asociación Cinematográfica (Asocine) y solo uno ha podido llegar a las pantallas de los cines. Los cineastas panameños están de acuerdo en un motivo central: no hay apoyo de los gobiernos. Por ello, los procesos se dilatan en la búsqueda, a veces infructuosa, del financiamiento. No obstante, hace unos días se encendió lo que muchos involucrados en el cine local califican como el primer rayo de luz en el complicado trabajo de producir una cinta en el país. Se trata del Consejo Nacional de Cine, que integran representantes de Asocine, el Ministerio de Comercio e Industrias (Mici), el Instituto Nacional de Cultura, el Sistema Estatal de Radio y Televisión y la Autoridad de Turismo de Panamá. Este consejo es el resultado de una reunión entre Asocine y el Mici. Según Luis Pacheco, presidente de Asocine, es la primera vez en años que se contará con el apoyo del Gobierno para tratar de desarrollar una industria de cine local. El acuerdo incluye el respaldo para las 17 películas que vienen realizándose detrás de Chance, que fue la primera en estrenar, y siete documentales. También se continuará con el fomento de Panamá como centro de filmación para producciones internacionales, tanto de las grandes casas productoras como de cine independiente, detalla Pacheco. Además, se pretende mejorar la Ley de Cine para obtener reales beneficios para el cine nacional. En cuanto al inexistente fondo para el desarrollo cinematográfico y audiovisual contemplado en la ley 36 desde 2007, Pacheco asegura que concretarlo fue uno de los primeros puntos tratados por el consejo. Estima que antes que finalice 2010 el fondo debe estar funcionando con un monto de 3 millones de dólares. Estas negociaciones significan un “ahora o nunca” para los cineastas panameños, resume Pacheco. Si todo se cumple, se podrán realizar dos o tres películas por año.
COMPROMISO
El director y productor Luis Palomo señala que para que algún día exista una industria del séptimo arte en el país, debe existir un compromiso real del Gobierno. Los proyectos están, pero lo que hace falta es apoyo, especialmente el financiero. Por ejemplo, la cineasta Pituka Ortega dice que actualmente trabaja en un documental del transporte público panameño y el impacto que puede tener en la vida de los ciudadanos. El título es La Ruta, pero para terminarlo enfrenta un problema ya conocido: “fondos, fondos, fondos”. Hasta ahora, para desarrollar los filmes, los cineastas han tenido que concursar por fondos o facilidades que ofrecen entidades como Ibermedia, Cinergia o los festivales de cine de la región, comenta el productor y director José Macías. Pero el presupuesto y que el Gobierno entre en la ecuación no son las únicas patas cojas de la industria que se pretende formar. Deben existir estudios de cine y personal capacitado para trabajar en el proceso de producción, agrega Palomo. Los cineastas consultados coinciden en que el movimiento que generarían todas las producciones audiovisuales traería beneficios como oportunidades de trabajo y exposición en otras latitudes. Al respecto, Palomo destaca la relación de Miami, Estados Unidos, con series como Miami Vice y CSI Miami. “Qué sería de Miami sin ellas”, bromea. Además, comenta Macías, de la calidad del cine local no debe quedar duda con lo que demostrado por Chance. “Somos capaces; es entonces partir desde ese nivel y seguir superándonos”. Ortega también es optimista. Dice que ahora se va a abrir un camino para todos los que se dedican a producir cine por cómo el público está respondiendo. Con Chance, destaca Palomo, se “rompió el hielo y ver quién sigue. ¡Nos vemos en el cine!”
En el cine de autor abundan las tramas no lineales, desordenadas como Pulp Fiction o invertidas como Memento. Un modelo más escaso es la trama circular: una película donde a dos horas de haberte sentado te encuentras exactamente en el mismo sitio (y no hablo de tu butaca). Buen ejemplo es Lost Highway (1997) con sus créditos de entrada y salida iguales: los faros de un carro alumbran los guiones amarillos de una calle de asfalto mientras David Bowie canta al fondo.
La trama empieza y termina en el mismo momento: Fred Madison toca el intercom de su apartamento y le dice al Fred Madison del principio de la película que Dick Laurent está muerto. La película que antecede y sigue a esta escena acompaña a Fred a lo largo de un rizo en el continuo espacio-tiempo que seguramente se repite eternamente. Los cronocrímenes (2007) usa el mismo truco varias veces, aunque luego de anunciar su propósito desde el título de la película, pero el rey de las tramas circulares (aunque lamentablemente no adaptado para el cine) es Finnegans Wake (1939), que empieza a la mitad de una oración cuyo principio no encontramos sino hasta las últimas líneas.
Pero ¿a qué viene todo esto? Los abrazos rotos no es una película que termina dejando a sus protagonistas en el sitio donde empezaron, empero mas sin embargo hace lo mismo en un orden de magnitud superior. La última escena deja al director exactamente en el momento en que empieza la carrera cinematográfica de Almodóvar: al momento de iniciar la edición de su primera gran película Chicas y maletas al borde de un ataque de nervios. Adentro de este esquema circular a gran escala, la trama se mueve en paralelo en el presente y quince años atrás, lo que le permite a Almodóvar jugar con dos repertorios de kitsch y referencias culturales distintas. Así, los excesos noventeros, con cineastas apasionados y amantes vestidas de Chanel, mucho Chanel, contrastan con el presente, siempre reservado y maduro.
Almodóvar parece turnar sus películas entre farsas y melodramas. Ejecuta ambos géneros con igual cariño y gracia, y esta vez hace los dos al mismo tiempo: Los abrazos rotos es un melodrama sobre la filmación de una farsa. El compartimentar de esta manera le permite flexional ambos lados de su cerebro sin mayor interferencia, pero aunque la película es como 90% melodrama, la farsa está tan bien hecha y tan bien situada que termina robándose el show. En una amenaza de circularidad, el gran final es la primera escena restaurada de la farsa, donde nos reencontramos con Chon, la concejala antropófaga, quien habla con igual lujuria de los dedos de los pies de uno de sus amantes que de los quince kilos de cocaína sin cortar que le han dejado en su piso. Así, Almodóvar nos deja no donde empezamos sino donde estábamos el año pasado cuando primero vimos el corto en youtube. Y nos deja con una bonita moraleja: que uno puede llegar a ser un artista maduro sin abandonar el gusto por el humor puberto.